El femicidio de la adolescente que, junto con otros casos, motivó la creación del movimiento Ni Una Menos en la Argentina.
Por Naomi Chaia
Este mes se cumplieron 11 años de un caso que conmovió a la Argentina, el crimen de Ángeles Rawson. La jóven de 16 años asesinada luego de defenderse contra un intento de abuso sexual por parte de Jorge Mangeri, encargado del edificio donde ella vivía con su mamá, sus hermanos y Sergio Opatowski, la pareja de su madre, quien fue el primer sospechoso.
Aquella mañana de otoño del 10 de junio de 2013 Ángeles comenzó su día como cualquier otro, se dirigió a su clase de educación física, luego debía asistir a la escuela y regresar al departamento después de concurrir al Instituto de Inglés. Al terminar les dijo a sus amigas que iría a almorzar a su casa y las vería después en el colegio; sin embargo nunca llegó a su hogar. Al caer la noche su familia se preocupó al no haber tenido noticias de ella en todo el día. A las 19:00 empezaron a sospechar de que algo le había pasado y alrededor de las 22:00 comenzaron a llamar a sus amigas, seguidamente al instituto y recién ahí se enteraron de que Ángeles jamás había vuelto a clases.
El 11 de junio un empleado de la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE) de José León Suárez declaró haber encontrado el cuerpo de una adolescente tirado en la cinta de basura. Era el cuerpo de Ángeles.
En cuestión de días el caso ya estaba corriendo por todos los medios y todas las miradas apuntaban a Opatowski, fundando la acusación en su “actitud sospechosa".
La noche del 14 de junio, Mangeri fue llevado a la comisaría para declarar y ante la presión confesó que él había sido el autor del asesinato. Esto se confirmó tras un estiudio de ADN que determinó que debajo de una de las uñas de Ángeles se encontraba el perfil genético del encargado del edificio. Se descubrió que Mangeri pretendió abusar sexualmente de la menor, quien se resistió, y debido a eso la estranguló durante cinco minutos hasta matarla. Acto seguido, ató y colocó el cadáver dentro de bolsas de residuos para desecharlo en un contenedor de basura.
El caso rápidamente tomó relevancia en los medios. La dirección del edificio, “Ravignani 2360”, era un lugar de encuentro de periodistas, policías, vecinos y muchas personas que se solidarizaron con la situación y pedían justicia por Ángeles.
Uno de los hechos mediátcos más memorables del caso fue la entrevista realizada por Leo Rosenwasser al abogado de Mangeri, Miguel Ángel Pierri, en el programa “Contamelo todo” donde se presentó con su hijo. En un momento de la nota, el entrevistador pregunto: “Mangeri, ¿es inocente, sí o no?” Pierri no llegó a contestar por la inocencia del imputado ya que el pequeño interrumpió con una frase impactante: “¡Pero boludo, mató a Ángeles!”
Dos años después, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº 9 de Capital Federal condenó a Mangeri a prisión perpetua como autor de los delitos de "femicidio en concurso ideal con abuso sexual y homicidio agravado criminis causae", sentencia que fue confirmada en todas las instancias judiciales.
Este brutal femicidio fue uno de los catalizadores para que surgiera el movimiento Ni Una Menos Argentina en el año 2015, junto con el de Chiara Páez, quien fue asesinada a golpes por su novio.
“Actrices, políticas, artistas, empresarias, referentes sociales ... mujeres, todas, bah.. no vamos a levantar la voz? NOS ESTÁN MATANDO”, así se expresó la periodista Marcela Ojeda por twitter el 11 de mayo de ese mismo año, después de enterarse de aquel asesinato. Florencia Etcheves, periodista y conductora en ese momento de TN , le respondió: “Se me ocurre mujeres referentes grosas convocando a mega marcha. No sé si sirve, pero visibiliza”.
Casi 10 años después, Ni Una Menos se convirtió en uno de los movimientos políticos más influyentes que continúa hasta el dia de hoy y que no sólo está presente en la Argentina sino que también inspiró a feministas de otros países.