Los líderes de la central obrera dieron un discurso en medio de la movilización. También participaron otras organizaciones gremiales como la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y agrupaciones sociales.
La ley de reforma laboral se tratará el 10 de febrero, según confirmó Patricia Bullrich durante la comisión en el Senado. Con esta decisión, el llamado a extraordinarias se postergará casi dos meses, donde el oficialismo terminará negociar con los bloques opositores y hacer todas modificaciones de los puntos controvertidos del proyecto.
Tras la postergación del debate en el Senado, la CGT presionará por nuevos cambios en el proyecto. Los sindicalistas, que se movilizaron ante la Casa Rosada y amenazaron con un paro general, creen que ahora tendrán tiempo de eliminar o atenuar artículos que rechazan.
Finalmente no fue una movilización tan contundente que se esperaba, pero la CGT quedó conforme con la protesta contra la reforma laboral en la Plaza de Mayo. Sobre todo porque transcurrió sin incidentes, pese a los temores de que se produjeran hechos de violencia.
Referentes de la CGT aseguraron que en la Plaza de Mayo hubo 180 mil manifestantes, pero no fue la sensación que dejó a simple vista el lugar del acto porque se podían apreciar muchos espacios vacíos. Sin embargo, tampoco pareció que hubieran concurrido sólo 25 mil, como dejaron trascender desde la Casa Rosada.
Como siempre, hubo sindicatos que movieron todo su aparato para movilizar a sus afiliados y activistas, como la UOCRA, UPCN, Camioneros, Comercio y UDA, entre otros, y llamó la atención que, a diferencia de otros actos cegetistas, no dejaron subir al escenario central a los líderes de las dos CTA ni a los políticos (desde Axel Kicillof hasta Mayra Mendoza y Jorge Ferraresi).
El oficialismo logró darle media sanción al proyecto. La oposición consiguió rechazar el artículo 75 que derogaba las leyes de emergencia en discapacidad y de financiamiento universitario. El proyecto ahora será girado al Senado